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La Colonia de Elefantes Marinos de Península Valdés Disminuye Un Año Después del Brote de Gripe Aviar

El Estudio Documenta el Primer Reporte de Transmisión de ‘Gripe Aviar’ Entre Mamíferos Marinos

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Un elefante marino macho en Argentina cercano a lobos marinos.
Un elefante marino macho subadulto se observa cercano a lobos marinos. Los elefantes marinos subadultos y los lobos marinos se agrupan frecuentemente en las playas de la Península Valdés en Argentina. El contacto cercano entre especies de pinnípedos pudo haber facilitado la propagación de la gripe aviar altamente patógena en 2023. (Ralph Vanstreels, ºÙºÙÊÓƵ)

Los sonidos de los elefantes marinos vuelven a escucharse en las playas donde reproducen en Península Valdés, Argentina, pero con menor intensidad. Un año después de que un brote masivo de gripe aviar H5N1 altamente patógena matara a más de 17,000 elefantes marinos, incluyendo alrededor del 97% de las crías de la temporada, los científicos estiman que solo regresaron alrededor de un tercio de los elefantes marinos esperados.

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"Es gratificante caminar por las playas de Península Valdés y escuchar a los elefantes marinos nuevamente," dijo Marcela Uhart, directora del Programa Latinoamericano del Karen C. Drayer Wildlife Health Center de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de California, Davis. "Al mismo tiempo, caminamos entre pilas de cadáveres y huesos, y vemos muy pocos harenes, por lo que sigue siendo inquietante."

en la revista Nature Communications y co-dirigido por ºÙºÙÊÓƵ y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en Argentina, proporciona evidencia de transmisión del virus de gripe aviar entre mamíferos durante el brote de 2023. Se encontró que el virus de gripe aviar H5N1 se propagó eficientemente entre mamíferos marinos y que el brote en elefantes marinos fue una de varias escalas en lo que fue la primera diseminación transnacional documentada del virus en estas especies, que abarcó a cinco países del sur de Sudamérica.

El análisis genómico del virus reportado en este estudio encontró además que, al llegar a Sudamérica, el virus evolucionó en clados separados entre aves y mamíferos marinos, lo cual no tiene precedentes.

An adult male elephant seal and a female with her black-coated pup in the background are surrounded by sea lions on a beach.
Ocasionalmente, los elefantes marinos pueden reproducir entre los lobos marinos. Aquí se observan un macho adulto de elefante marino y una hembra con su cría de pelaje negro al fondo, rodeados por lobos marinos en 2024. Durante el brote masivo de influenza aviar altamente patógena en la Península Valdés en 2023 se observaron cambios en las interacciones entre estas especies. (Ralph Vanstreels, ºÙºÙÊÓƵ) 

"Estamos mostrando la evolución de los virus H5N1 que pertenecen al genotipo B3.2 a lo largo del tiempo desde su introducción en Sudamérica a finales del 2022," dijo la viróloga y coautora principal Agustina Rimondi de INTA y actualmente también del Robert Koch Institute. "Este virus es capaz de adaptarse a mamíferos marinos, como podemos ver a partir de las mutaciones que se encuentran consistentemente en los virus pertenecientes a este clado. Notablemente, nuestro estudio también muestra que los virus H5 de mamíferos marinos son capaces de infectar a las aves, lo que destaca la necesidad de una mayor vigilancia y cooperación para la investigación en la región."

Censo de elefantes marinos

En octubre 2024 la organización Wildlife Conservation Society Argentina (WCS Argentina) estimó la población de elefantes marinos que regresaron a Península Valdés, continuando su esfuerzo de monitoreo de varias décadas.

"Nos quedamos totalmente sorprendidos por el impacto dramático del brote de gripe aviar en esta población," dijo la coautora Valeria Falabella, directora de conservación costera y marina de WCS Argentina. "Es probable que más de la mitad de la población reproductiva haya muerto debido al virus. Tomará décadas antes de que los números vuelvan al tamaño que tenía la población en 2022."

Falabella dijo que el brote revirtió décadas de esfuerzos de conservación para la especie, agregando que la mayoría de los machos adultos y muchas de las hembras más experimentadas y fértiles no han regresado.

El seguimiento y monitoreo del virus entre los elefantes marinos es un esfuerzo colaborativo. Mientras WCS Argentina realiza los censos, Uhart y colegas de ºÙºÙÊÓƵ documentan y muestrean los animales que mueren y Rimondi y colegas realizan los análisis para identificar presencia del virus H5N1 y la secuenciación del genoma de los mismos, en el Instituto de Virología, INTA Castelar.

Two scientists in protective white suits survey for signs of HPAI at a seabird colony along the beach as birds fly or sit on rocks.
Los científicos monitorean una colonia de aves marinas para detectar signos de influenza aviar en octubre del 2024. Esta colonia fue fuertemente afectada en 2023, especialmente los gaviotines. El monitoreo frecuente es crucial para la detección temprana de casos de influenza aviar en la fauna silvestre. (Marcela Uhart, ºÙºÙÊÓƵ)

Hasta la fecha, ningún elefante marino ha resultado positivo en esta temporada de reproducción. Sin embargo, persisten preguntas sobre el brote del año pasado. Por ejemplo, los científicos no saben si el virus se transmitió por aerosol, saliva, heces u otros medios, o si los animales sobrevivientes han desarrollado resistencia a través de anticuerpos protectores. Estas preguntas siguen siendo altamente relevantes.

Durante el último año, el virus se ha propagado ampliamente entre aves silvestres y ha causado brotes en aves de corral y en vacas lecheras en Estados Unidos, con casos recientes reportados en trabajadores de tambos y de granjas avícolas. El Departamento de Agricultura de EE. UU. informó la detección del primer caso de H5N1 en cerdos en Estados Unidos el 30 de octubre. No se conoce hasta la fecha que exista transmisión de H5N1 de humano a humano.

El recorrido de un virus

La variante actual del clado 2.3.4.4b del virus H5N1 comenzó a causar problemas a escala global en 2020. Mientras los humanos enfrentábamos la pandemia de COVID-19, el virus H5N1 afectó y mató a decenas de miles de aves marinas en Europa y luego pasó a Sudáfrica. En 2021, el virus llegó a Estados Unidos y Canadá, afectando a las aves de corral y silvestres, y desde allí se propagó a Sudamérica a fines del 2022.

El virus de gripe aviar altamente patógena se detectó por primera vez en la Argentina en febrero del 2023, afectando principalmente a las aves de corral en la zona centro del país durante cinco meses. Para agosto del 2023, luego de dos meses sin brotes en aves de corral, el virus fue detectado en lobos marinos en el extremo sur del país, sobre la costa atlántica de Tierra del Fuego. Desde allí, se movió rápidamente hacia el norte, causando una importante mortalidad en mamíferos marinos y luego también en aves marinas.

En octubre del 2023, tras los brotes iniciales en lobos marinos a lo largo de la costa, los autores del estudio registraron una mortalidad masiva sin precedentes en la colonia reproductiva de elefantes marinos de Península Valdés. La investigación confirmó que los elefantes marinos estaban infectados por el virus altamente patógeno H5N1, y que también lo estaban varios gaviotines que murieron durante el brote.

Dead elephant seals and white bird carcass line beach on Argentina
Los cadáveres de elefantes marinos y un ave muerta cubren la playa de Punta Delgada, Argentina, el 10 de octubre de 2023, consecuencia de un brote de influenza aviar altamente patógena en esa área. (Ralph Vanstreels, ºÙºÙÊÓƵ)

Los autores resaltan que la continuidad del monitoreo y la investigación son cruciales para comprender mejor la evolución del virus. Su creciente flexibilidad para adaptarse a nuevos hospedadores podría tener consecuencias globales para la salud humana, la conservación de la vida silvestre y los ecosistemas.

Los coautores del estudio incluyen a Ralph Vanstreels de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de California, Davis; Martha Nelson del National Library of Medicine, una parte del National Institutes of Health; Valeria Olivera de INTA-CONICET; Julieta Campagna, Victoria Zavattieri y Claudio Campagna de WCS Argentina; y Philippe Lemey del Rega Institute en Bélgica.

El estudio fue financiado por WCS Argentina, la Universidad de California, Davis y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.

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